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Sin artificios, sin perder el tiempo en intros tópicas y mascadas, a lo Dark Funeral. Así empieza el nuevo álbum de Ered, con una ‘Through The Black Gates’ arremetiendo en tromba. Fueron una de las más gratas sorpresas del Anti-Ratzinger Fest: ‘Joder, cómo ha crecido este combo desde la última vez que los vi’, pensé ante sus primeros compases. Y esas buenas vibraciones las han confirmado con este segundo trabajo de lo más revelador. Si tras el primer tema y la castaña de ‘Burn The Book Of Lies’ y ‘Diabolical Raids’ puedes pensar que sólo les interesa la metralla sin fin, luego te enchufan unas enriquecedoras ‘Winds Of Damnation’, ‘Goadworshipping Metal’ o ‘The Reaping Darkness’ repletas de matices para hacerte rectificar. Y es que el blackened death metal de estos catalanes no busca asociarse con las salvajadas de Arkhon Infaustus o Belphegor, más bien retrocede hacia el buen trato del riff melódico de pioneros como Necrophobic. Con esto tampoco quiero decir que Ered adolezcan de agresividad, porque ahí también hay cortes como una ‘Call Of The Shadows’ simplemente para enmarcar. Con ‘Dinasty Of The Adversary’ ves claro que en este disco hay justo lo que esperas de una banda así. De manual.
PAU NAVARRA [78]
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